El hallazgo de este nuevo género y nueva especie endémica, Notorhinus floresi Moritz & Parra-Gómez, 2023, que ocurrió cerca de Caramávida, en la cordillera de Nahuelbuta (región del Biobío) es un hito importante en el conocimiento de los milpiés de Chile y demuestra que aún resta mucho por descubrir, no solo para la fauna de milpiés de nuestro país, si no que para la biodiversidad en general. Pero más allá de la importancia del descubrimiento, en esta nota quisiera destacar un aspecto subyacente, pero fundamental para que este tipo de hallazgos científicos se puedan llevar a cabo.
Para el estudio de muchos grupos de organismos poco conocidos, la falta de registros o recolecciones y la ausencia de ejemplares conservados apropiadamente en colecciones biológicas suele ser un problema importante. Los registros basados únicamente en imágenes, como los que se comparten a través de INaturalist, permiten tener una buena idea de la distribución y características generales de algunas especies, sin embargo, son insuficientes para organismos cuya identificación requiere de un análisis microscópico detallado o cuando se necesita obtener información molecular.
Recolectar estos especímenes y conservarlos en las colecciones de historia natural es aun más difícil para especies raras que generalmente habitan en lugares muy específicos, remotos y de difícil acceso, donde encontrarlas requiere de una alta dosis de experiencia, perseverancia y también mucha suerte.
En este caso, los 5 individuos conocidos de Notorhinus floresi fueron descubiertos en terreno por el naturalista Edgardo Flores de la fundación Nahuelbuta Natural, quien logró fotografiar y recolectar los especímenes, para luego enviarlos a los especialistas en milpiés. Asi, esta colaboración constituyó el primer paso para que el descubrimiento pudiese ser finalmente publicado, en un esfuerzo que fue reconocido por los autores del estudio, Leif Moritz y Antonio Parra-Gómez, al utilizar el nombre “floresi” para denominar la nueva especie. Y este no es el único caso, pues otros autores habían homenajeado anteriormente a este importante naturalista de Nahuelbuta, con el microlepidóptero Tenoia floresi Urra, 2020 y el opilión Neogonyleptes floresi Pérez-Schultheiss, 2022.
Milpies
Este ejemplo muestra como el esfuerzo de los naturalistas y científicos ciudadanos que se adentran en la naturaleza para observar y registrar la biodiversidad, puede contribuir significativamente al conocimiento y conservación de la fauna de pequeños invertebrados de Chile, más aún cuando estos registros incluyen la recolección responsable de ejemplares y la colaboración con taxónomos especialistas. Aunque posteriormente el estudio y descripción formal de dichos especímenes podría tomar años de trabajo por parte de los taxónomos, los especímenes conservados serán un recurso valioso, que permanecerá para el futuro en las colecciones de museos. Cabe destacar que el holotipo y dos paratipos de Notorhinus floresi serán depositados próximamente en las colecciones del Museo Nacional de Historia Natural, donde estarán disponibles para futuros estudios.
Referencias
Moritz, L. & A. Parra-Gómez (2023) Notorhinus floresi sp. nov. gen. nov.: The first records of Siphonophorida in Chile and Siphonorhinidae in South America (Colobognatha). Arthropod Systematics & Phylogeny, 81: 565-579.
Urra, F. (2020) Tenoia floresi, una nueva especie de Autostichidae (Lepidoptera: Gelechioidea) de la cordillera de Nahuelbuta, Chile. Revista Chilena de Entomología, 46(2): 205-209.
Pérez-Schultheiss, J. (2022) Two new species of Neogonyleptes Roewer, 1913 (Opiliones: Gonyleptidae: Pachylinae) from the Nahuelbuta mountain range, Chile. Zootaxa, 5168(3): 361-374.