En una interesante iniciativa para la minería de Atacama, tanto por sus características como por su alcance, Minera Candelaria está desarrollando el programa de diplomado "Gestión y Liderazgo en la Industria Minera" dirigido a los más de 300 supervisores y supervisoras que trabajan en la compañía.
Este posgrado, que forma parte del Programa de Desarrollo y Liderazgo, es ejecutado por la subgerencia de Desarrollo Organizacional de la empresa e impartido por la Escuela de Administración de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), quienes -a través de un trabajo conjunto- diseñaron un plan de estudios a la medida de las necesidades de Minera Candelaria, asegurándose que los módulos estuvieran conectados con sus procesos internos.
El propósito del programa es fortalecer las competencias y liderazgo de los profesionales, otorgándoles nuevas herramientas para optimizar su desempeño, de cara a los importantes desafíos la compañía tiene a futuro.
A la fecha, se han realizado tres versiones del diplomado, que han permitido obtener su certificado a más de 200 supervisores y supervisoras. En tanto, ya está en curso la cuarta versión del programa.
Cada versión del diplomado tiene una duración aproximada de ocho meses, periodo en el cual los estudiantes realizan tres cursos, con un total de trece módulos de estudio, impartidos por académicos de la PUC, especialistas en cada una de las materias, entre las que destacan gestión estratégica del negocio minero, conducción de equipos de alto desempeño, el líder como coach de equipos, habilidades y manejo de conflictos y metodología Ágiles, entre otros.
El desarrollo de las personas ha sido parte del foco estratégico de la dirección de Recursos Humanos de Minera Candelaria, como un habilitador para seguir respondiendo a los desafíos de la compañía. En ese sentido, lograr un mejoramiento continuo y dar sustentabilidad a la operación, pasa por desarrollar competencias y fortalecer al equipo de trabajo.
El hito que marca Candelaria con la materialización de este diplomado representa un paso importante en la formación continua de la dotación y demuestra que la compañía va en la dirección correcta para llegar a operar con el mayor potencial posible y así abordar sus desafíos y los de la industria, para trascender y generar valor a la organización, a la comunidad y a la región de Atacama.